
Con este título de impasible ironía se dio a conocer un escritor de excepción, el guatemalteco
Augusto Monterroso. Desde este primer libro incisivo, provocador, centelleante, inesperado,
Monterroso se instaló, como quien no quiere la cosa, como a hurtadillas, en primera línea de la de la literatura en lengua española, e inició, sin prisas, su particular cruzada contra la Solemnidad.
1 comentario
pepesaura -
:D